El amor, al principio es como una olla de agua fría, apasionadamente
tratan de calentar el agua. Continúan calentando, hasta que el agua se evapora
y después se preguntan: Y ahora que hacemos?? En el camino del matrimonio, todo
lo que debió hacerse se hizo, lo que se tenia que calentar se recalentó, el calentador
se han quedado sin agua, el amor se ha ido, y solo queda esperar que la olla se
queme, tal vez hasta que se rompa y se forme un hoyo en el fondo… Y no queda
nada, el amor se fue, el calentador se fue y el agua se fue. Todo se ha ido.
Por ello hay que calentar el agua a una temperatura constaste
y esperar lentamente a que hierva, para después mantenerla tibia y tenerla siempre a punto de ebullición…
Lo cual me recuerda tengo puchero para comer!! Lo voy a
poner al fuego!! Mi único amor…(L)